Disparidades Sociales y Raciales en la Obesidad: Un Llamado Urgente a la Equidad

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Por Dr. Hassan Kafri

La obesidad, una epidemia mundial, tiene consecuencias significativas para la salud, incluido un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y ciertos tipos de cáncer. Sin embargo, esta epidemia no afecta a todos los grupos por igual. Las disparidades sociales y raciales en las tasas de obesidad subrayan el papel que desempeñan los factores socioeconómicos y ambientales en los resultados de salud, lo que exige intervenciones y políticas específicas para abordar estas desigualdades.

Disparidades por raza y etnia

Los datos del informe de 2024 de los CDC sobre la obesidad en adultos revelan diferencias sorprendentes en la prevalencia de la obesidad entre los grupos raciales y étnicos. Los adultos negros tienen la prevalencia de obesidad más alta con un 52 %, seguidos de los adultos hispanos con un 48 % y los adultos blancos no hispanos con un 43 %. Estas disparidades reflejan problemas sistémicos como el acceso a alimentos saludables, espacios seguros para la actividad física y servicios de atención médica. Para muchas comunidades de color, especialmente las poblaciones negras e hispanas, la pobreza y los determinantes sociales de la salud influyen fuertemente en estas estadísticas.

Los vecindarios de bajos ingresos a menudo enfrentan desiertos alimentarios, falta de acceso a la atención médica y menos instalaciones recreativas, lo que agrava los factores de riesgo de obesidad.

Determinantes sociales de la salud y la obesidad

Los determinantes sociales, como la educación, los ingresos y la ubicación geográfica, influyen fuertemente en las tasas de obesidad. Según un estudio publicado en el Journal of the American Heart Association, las personas con menores ingresos o niveles educativos tienen un mayor riesgo de obesidad. Este riesgo es aún más pronunciado en las poblaciones minoritarias. Por ejemplo, en las comunidades negras e hispanas, la prevalencia de la obesidad es particularmente alta entre las personas sin un diploma de escuela secundaria.

La educación moldea los comportamientos de salud, las elecciones alimentarias y la conciencia de las estrategias de vida saludable, lo que subraya por qué las intervenciones políticas deben abordar estos factores previos.

Además, las disparidades geográficas exacerban el problema. Las áreas urbanas y rurales con un nivel socioeconómico más bajo tienden a tener mayores concentraciones de locales de comida rápida, menos supermercados con productos frescos y un acceso limitado a espacios seguros para hacer ejercicio. Esta desigualdad en materia de alimentos y recursos contribuye a las crecientes tasas de obesidad en estas comunidades vulnerables.

El papel del acceso a la atención médica y el control del peso

La falta de acceso a recursos efectivos para el control del peso y la atención médica perpetúa aún más las disparidades raciales en materia de obesidad. Un estudio sobre el control del peso destacó el acceso desigual a tratamientos avanzados para la obesidad, como los agonistas del receptor GLP-1, que han demostrado un éxito significativo en la reducción de peso y la mejora de los resultados cardiovasculares. Las personas negras e hispanas a menudo enfrentan barreras para obtener estos tratamientos, incluida la falta de seguro, la subrepresentación en los ensayos clínicos y los sesgos en la atención médica. Sin un acceso equitativo a tales intervenciones, los grupos minoritarios siguen teniendo un mayor riesgo de complicaciones relacionadas con la obesidad, incluidas las enfermedades cardíacas y la diabetes.

Además, el racismo sistémico en la atención médica afecta la calidad de la atención que reciben las poblaciones minoritarias. La escasa representación de las personas de color en los ensayos clínicos para los tratamientos de la obesidad significa que hay menos datos disponibles sobre cómo estas poblaciones responden a ciertos medicamentos o intervenciones, lo que limita la atención personalizada que reciben. Mejorar la diversidad de los ensayos clínicos y abordar los sesgos en los sistemas de atención médica son pasos cruciales para reducir estas disparidades.

Hacia la equidad en la salud

Los esfuerzos para combatir la obesidad deben tener en cuenta estas desigualdades raciales y sociales. Las políticas destinadas a reducir la obesidad deben centrarse en aumentar el acceso a alimentos saludables, mejorar el acceso a la atención médica y crear oportunidades para la actividad física, en particular en las comunidades desatendidas.

Además, abordar los determinantes sociales más amplios de la salud, como la pobreza, la educación y la discriminación sistémica, será clave para lograr resultados de salud equitativos para todos.

Las iniciativas de salud pública deben priorizar las intervenciones adaptadas culturalmente que satisfagan las necesidades únicas de los grupos raciales y étnicos. Por ejemplo, los programas comunitarios que promueven la alimentación saludable y la actividad física pueden ser más eficaces cuando tienen en cuenta las preferencias culturales y los desafíos socioeconómicos.

En Kafri Heart and Vascular Clinic, trabajamos en estrecha colaboración con Enara Health para ofrecer programas integrales de control de peso. Enara Health crea planes de atención personalizados que incluyen supervisión médica, orientación nutricional y asesoramiento sobre ejercicios, lo que ayuda a nuestros pacientes a lograr sus objetivos de pérdida de peso. A través de esta asociación, nuestro objetivo es superar algunas de las brechas existentes en el cuidado de la obesidad, brindando recursos accesibles y efectivos a nuestra diversa base de pacientes.

Conclusión

Para abordar la obesidad se requiere un enfoque multifacético que tenga en cuenta las complejas disparidades sociales y raciales en juego. Al reconocer y abordar las necesidades específicas de las poblaciones minoritarias, podemos trabajar hacia un futuro en el que todos tengan las mismas oportunidades de lograr y mantener un peso saludable.

Esta publicación del blog refleja los conocimientos obtenidos a partir de datos recientes de los CDC, el Journal of the American Heart Association y otros estudios revisados ​​por pares, y enfatiza la necesidad de estrategias de salud pública centradas en la equidad para abordar la obesidad en todos los grupos raciales y étnicos.

Referencias:

https://www.cdc.gov/media/releases/2024/p0912-adult-obesity.html

https://www.ahajournals.org/doi/10.1161/JAHA.122.028409

https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC8433490

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