El Bitcoin ha vuelto a ser protagonista esta semana al superar la barrera de los 90 mil dólares, un nivel que no alcanzaba desde principios de marzo. Este repunte, que marca una subida del 5% en un solo día, ha despertado entusiasmo entre los inversores y ha reavivado la conversación sobre su rol como activo refugio frente a la incertidumbre global.
¿Qué está impulsando esta subida?
Varias piezas están encajando para que el Bitcoin vuelva a destacarse. Por un lado, los mercados internacionales se encuentran en una etapa de recuperación tras semanas complicadas marcadas por tensiones políticas, aranceles y críticas a los bancos centrales. Por otro, las señales desde Estados Unidos, especialmente desde la administración de Donald Trump, han generado una nueva ola de expectativas en torno al futuro de las criptomonedas.
En concreto, el precio del Bitcoin llegó a los 91,687 dólares, según Bloomberg. Esto representa un crecimiento del 23% desde su punto más bajo del 7 de abril, cuando el mercado cripto también sufrió las consecuencias de una ola de ventas global. El rebote no solo muestra fuerza, sino que comienza a marcar una desconexión interesante entre el Bitcoin y el comportamiento habitual del Nasdaq y otras acciones tecnológicas.
De las acciones al oro… y al Bitcoin

Durante mucho tiempo, el Bitcoin se movía casi en sincronía con las grandes tecnológicas de Wall Street. Pero en los últimos días, esa relación parece romperse. Mientras el Nasdaq 100 sigue tratando de recuperar sus niveles de principios de marzo, Bitcoin avanza con firmeza, como si estuviera trazando su propio camino. Esta posible “independencia” es vista por muchos como una señal de que la criptomoneda está volviendo a ser considerada una reserva de valor, similar al oro.
Y de hecho, los movimientos del mercado parecen reforzar esa idea. El oro también alcanzó esta semana los 3,500 dólares por onza, su máximo histórico. Ambos activos se están beneficiando de una caída en el valor del dólar, que se ha visto debilitado por las presiones políticas hacia la Reserva Federal y la creciente incertidumbre económica global.
El factor Trump: ¿una reserva estratégica de Bitcoin?
El expresidente Donald Trump también ha tenido un papel clave en este nuevo rally. A principios de marzo firmó una orden ejecutiva que plantea la creación de una reserva estratégica de Bitcoin, además de otra para otros activos digitales. Esta decisión ha generado expectativas en los mercados, ya que en menos de dos semanas el Tesoro debería presentar un informe sobre los aspectos legales y financieros de esta propuesta.
Aunque muchos consideran que Trump no siempre ha sido un defensor claro de las criptomonedas, su posible apuesta por una reserva estratégica ha sido interpretada como una señal positiva. Esta iniciativa se suma a sus críticas recientes hacia el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, por “no actuar lo suficientemente rápido” para bajar las tasas de interés. Todo esto ha creado un entorno favorable para activos como el Bitcoin, que no dependen directamente de gobiernos o bancos centrales.
¿Qué pasa en los mercados?
Más allá del precio, hay otros datos interesantes que muestran un cambio de tendencia en el mercado cripto. Las posiciones largas, es decir, las apuestas a que el precio del Bitcoin seguirá subiendo, están aumentando tanto en futuros como en opciones.
En la bolsa de futuros CME, por ejemplo, la diferencia entre el precio al contado y el de futuros (conocido como “base”) alcanzó su máximo en tres meses. También se ha registrado un aumento moderado del interés abierto, lo que indica más participación del mercado. Incluso las liquidaciones de posiciones bajistas, o “shorts”, se han incrementado en las últimas 24 horas, señal de que muchos están cerrando apuestas en contra del Bitcoin.
Por otro lado, en los mercados offshore —especialmente en contratos perpetuos que no tienen vencimiento— todavía hay cierta precaución. Las tasas de financiación negativas sugieren que algunos inversores aún apuestan por una posible caída, aunque de forma menos agresiva que antes.
El interés de los ETF y la narrativa del “desacople”
Otra señal positiva ha sido el flujo de dinero hacia los ETFs (fondos cotizados en bolsa) de Bitcoin en Estados Unidos. Solo este lunes se registraron entradas por 381 millones de dólares, el mayor ingreso desde finales de enero. Esto demuestra que tanto los grandes como los pequeños inversores están volviendo a ver con buenos ojos a la criptomoneda.
Según analistas, si el Bitcoin logra mantenerse por encima de los 88,800 dólares, podría abrirse paso hacia un nuevo rango de entre 92,000 y 94,000 dólares. El entusiasmo no se limita al corto plazo: la narrativa de que el Bitcoin podría actuar como el “nuevo oro digital” está cobrando cada vez más fuerza.
¿Y ahora qué?
Aunque el Bitcoin se ha revalorizado más del 8% en la última semana, aún está un 16% por debajo de su récord histórico de más de 109 mil dólares alcanzado en enero, justo cuando Trump retomó el poder. Sin embargo, muchos ven este nuevo impulso como una señal de que hay espacio para nuevas subidas.
Expertos señalan que el repunte puede estar motivado por la búsqueda de alternativas al dólar y por el deseo de los inversores de proteger su dinero de decisiones políticas y económicas que escapan a su control. En ese contexto, el Bitcoin vuelve a ofrecer una propuesta tentadora: un activo que no depende de bancos centrales, que puede ser transferido globalmente, y que cada vez más personas ven como un refugio ante la volatilidad.
¿Es este el inicio de una nueva etapa dorada para el Bitcoin? Aún es pronto para saberlo, pero una cosa es clara: el mundo está mirando de nuevo hacia las criptomonedas… y con atención.
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