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Turismo en Declive: Estados Unidos Enfrenta la Pérdida de Miles de Millones en Ingresos por Visitantes Internacionales en 2025


Estados Unidos, históricamente uno de los destinos turísticos más visitados del mundo, atraviesa un momento crítico. Las proyecciones más recientes apuntan a que el país perderá cerca de 12,000 millones de dólares en ingresos por turismo internacional en 2025, debido a una caída prevista del gasto de los visitantes del 7% respecto al año anterior. Así lo revelan los últimos análisis del World Travel & Tourism Council y otras firmas especializadas en la industria, como Tourism Economics.

Lo que comenzó como un cambio leve en las tendencias de viaje se ha transformado en una preocupación seria para el sector. Desde aerolíneas hasta cadenas hoteleras, las empresas estadounidenses del rubro han comenzado a reconocer el impacto de las políticas internas y la percepción internacional del país en la disminución de visitantes. Las advertencias de los líderes del sector son claras: la industria turística estadounidense se encuentra en un terreno inestable.

Las causas detrás del retroceso

Expertos y empresas coinciden en que las medidas comerciales, migratorias y la retórica polarizante impulsadas por el presidente Donald Trump están detrás de este declive. La estrategia de “Estados Unidos primero”, con aranceles elevados, controles migratorios más estrictos y mensajes políticos divisivos, ha generado un rechazo notable en mercados clave.

Países como Canadá, España, y naciones de Europa Occidental han registrado descensos significativos en el número de viajeros que cruzan hacia Estados Unidos. En Canadá, por ejemplo, los viajes en auto hacia territorio estadounidense bajaron un 24% en febrero en comparación con el mismo mes del año anterior. Desde Europa, de donde proviene más de un tercio del turismo internacional del país, también se observa un descenso, asociado tanto a los aranceles como a la percepción negativa por las posturas de Washington en conflictos globales como el de Ucrania.

El impacto no se limita al turismo de ocio. También el sector de viajes de negocios está siendo afectado, ya que algunas empresas y organizaciones internacionales comienzan a reconsiderar la elección de Estados Unidos como sede de eventos o conferencias.

La industria turística, en alerta

Las cadenas hoteleras más grandes, como Marriott, Hyatt y Hilton, junto con plataformas como Airbnb, ya advierten un crecimiento más lento y ajustes en sus proyecciones para el año. Las aerolíneas, por su parte, han reducido tarifas frente a la menor demanda, mientras que los analistas anticipan una disminución en los ingresos que impactará en el comercio nacional, dado que el gasto turístico extranjero se contabiliza como exportación.

Además, este fenómeno podría agravar el déficit comercial estadounidense y contribuir a una posible desaceleración de la economía. Según la Reserva Federal de Atlanta, las previsiones de crecimiento del PIB ya reflejan el peso de estos cambios.

Eventos deportivos y la oportunidad perdida

A pesar de la disminución de visitantes, Estados Unidos se prepara para eventos de gran magnitud, como el Mundial de Futbol 2026 y los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Si bien se espera que el impacto en el Mundial sea menor por el magnetismo natural del evento, los analistas advierten que los Juegos Olímpicos podrían verse más afectados si no se mejora la imagen del país como destino amigable y abierto.

El director ejecutivo de la Asociación de Viajes de Estados Unidos, Geoff Freeman, ha subrayado la necesidad urgente de implementar una estrategia nacional de marketing que recupere el atractivo del país ante los ojos del mundo. “Estados Unidos debe establecer un objetivo claro de cuántos visitantes internacionales quiere atraer y cómo lograrlo…”, declaró.

Un destino aún con potencial

A pesar de los retos actuales, los expertos reconocen que Estados Unidos conserva un sinfín de atractivos turísticos y experiencias únicas que seguirán llamando la atención de los viajeros internacionales. Pero la clave estará en restablecer la confianza y la simpatía global hacia el país, antes de que la tendencia negativa se convierta en la norma.