Amigos otakus, agárrense porque Demon Slayer: Infinity Castle no es solo otro estreno… ¡es un evento global!
Japón ya tuvo su probadita el 18 de julio de 2025, y la locura fue real. Cines llenos, reseñas positivas por todos lados y fans saliendo con el corazón hecho pedacitos (pero felices). Incluso se colocó en el primer lugar del ranking de satisfacción de Filmarks en su primer día, con un 4.36 de 5 basado en más de 8,000 reseñas. O sea, no solo gustó—arrasó.
Y lo mejor: no falta mucho para que lo veamos. Infinity Castle llega a cines internacionales el 11 de septiembre de 2025. Apúntalo ya porque este va a ser EL momento anime del año.
¿Por Qué Todos Están Perdiendo la Cabeza?

Aquí van las razones por las que Infinity Castle está sacudiendo no solo al anime, sino al cine en general:
- Animación nivel dios
Ufotable se lució como nunca. Peleas fluidas, efectos visuales brutales y escenas tan hermosas que vas a querer pausarlas para contemplarlas.
- Golpe directo al corazón
No es solo acción y espadazos. La historia toca temas universales como el valor, el sacrificio y el amor entre hermanos. Da igual si estás en Tokio, CDMX o Buenos Aires—te pega.
- El fandom enloquecido
La fiebre es tan grande que en países como México las páginas de preventa colapsaron. Los fans arman watch parties, revientan redes sociales y básicamente convierten esta película en imposible de ignorar.
- Taquilla imparable
Su primer fin de semana en Japón: 37.3 millones de dólares con casi 3.85 millones de boletos vendidos. Eso no es un éxito normal… es historia.
Pero Ojo—No Todo Es Perfecto
Algunos señalan que la peli es larga, que abusa un poquito de los flashbacks y que termina en cliffhanger porque es la primera parte de una trilogía. Sí, sales con ganas de más. Pero seamos honestos… ¿alguien pensaba quedar satisfecho con solo un pedazo de este arco épico? No lo creo.
El Rumor de los Oscar
Aquí viene lo sabroso: ya hay rumores de una posible nominación al Oscar. Y, sinceramente, lo merece. El anime ha sido ignorado demasiadas veces en Hollywood, pero con la animación de nivel supremo, la emoción desbordante y el impacto global de Infinity Castle, este podría ser el momento en que el anime se siente a la mesa grande junto a Pixar y Disney. ¿Te imaginas ver Demon Slayer en los Oscar? Se me pone la piel chinita.
Conclusión
Demon Slayer: Infinity Castle no es solo una película de anime—es un fenómeno cultural. Una prueba de que el anime ya no es “de nicho”: es global, es poderoso y está redefiniendo lo que significa un blockbuster.
Así que, cuando llegue el 11 de septiembre, no lo pienses: compra tus boletos, lleva pañuelos y prepárate para gritar, llorar y emocionarte como nunca. Porque esto no es solo una película… es una experiencia anime de una vez en la vida.
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