¡Alerta de spoiler!
Ha llegado el final de esta temporada y como siempre les daremos una reseña de lo más sincera.
The Mandalorian puso punto y final a su irregular tercera temporada con un final aburrido que, técnicamente, cerró de forma impecable su miríada de tramas entrecruzadas, pero lo hizo de la forma más anticlimática. Ha sido una temporada extraña de la serie derivada de Star Wars: cuando es buena, es BUENA; cuando es mala, hace que te preguntes cómo es posible que la hagan los mismos creadores.
Hay que reconocer que lo bueno es abundante. Bo Katan por fin se enfrentó a Moff Gideon; los mandalorianos unidos se unieron para luchar contra los Stormtroopers de Moff; en la tierra y por encima de ella, Grogu e IG-12 tuvieron un enfrentamiento con la Guardia Pretoriana, y Mando adoptó formalmente a Grogu como hijo (ahora es Din Grogu, y todo este tiempo creíamos que se apellidaba Djarin). Aun así, no se puede evitar la sensación de que sus conclusiones no fueron del todo satisfactorias.
En primer lugar, con 38 minutos de duración, el final ha sido demasiado corto. Con todo lo que tenían que concluir, cada punto de la trama no tenía suficiente espacio para respirar antes de que el programa pasara a cubrir el siguiente punto. Esto es un problema porque de cara al final, la serie introdujo muchos hilos argumentales. Lo que ocurrió fue que las emocionantes acciones se desarrollaron a una velocidad de 2x y se acabaron antes de que nos sintiéramos realmente absortos en ellas. No podíamos entender que esto lo hubiera hecho el mismo guionista y director responsable de la clase magistral de la semana pasada, que duró casi el doble que este episodio.
Y lo que es aún más decepcionante, el final dejó muchas preguntas sin respuesta, del tipo de las que dejan huecos en la trama, no de las que dejan con ganas de más. ¿Quiénes eran los espías (en plural) mencionados en el penúltimo episodio de la semana pasada? ¿Qué pasa con todos esos clones del Moff Gideon, que fueron presentados de forma tan amenazadora y luego destruidos tan rápidamente? ¿Qué fue del Dr. Pershing? ¿Era eso todo lo que hacía falta para matar a Moff, el Gran Malo de TRES temporadas? ¿Qué sentido tiene el Mitosaurio? Aquí no encontrarás las respuestas.
A decir verdad, el problema del final fue emblemático de toda la temporada. Todo parecía una colección de grandes ideas que nunca llegaron a cuajar. Metieron todo lo genial que se les ocurrió y luego improvisaron la historia. Luego siguieron creando el suspense de un conflicto potencial, sólo para cortarlo con la conclusión más absurda. ¿Mando necesitaba redimir su honor? Al fin y al cabo, el planeta estaba a salvo, salvo algunos bichos ligeramente molestos. ¿Bo Katan necesitaba legitimidad para unir a sus clanes? Mando le entregó el Sable Oscuro sin más. Nunca hubo un momento en el que nuestros héroes estuvieran en peligro crítico real. Por lo tanto, no fue tan triunfante verlos ganar. Menudo contraste con el final de la temporada pasada, cuando la llegada de Luke Skywalker cambió el juego por completo.