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Por: Alexandra Uro
Cada persona tiene sus motivos para comprar una pieza de arte:
- Porque tiene un espacio libre en un muro
- Porque quiere empezar o ampliar su colección de arte
- Porque la paleta de la pieza combina perfecto con la decoración de su espacio
- Porque ha decidido que el arte será su forma de invertir para el futuro
Sin embargo, hay algo que pocas personas investigan al estar buscando una obra de arte: la historia detrás de la pieza, el significado, y lo que el artista quiso plasmar.
Interpretaciones habrá muchas y estas dependen del espectador, y, claro, esto puedo ser un motivo muy válido para escoger una pieza de arte; te recuerda un lugar que visitaste de pequeño, la composición inspira tu creatividad, los colores te traen paz… pero ¿dónde queda la historia que llevó al artista a crearlo?
Eso, el porqué del artista, es indiscutible, no está abierto a interpretaciones.
Si bien, descubrir que una pieza es una representación gráfica de un momento, de un pensamiento, de un sentimiento experimentado por el artista te puede llevar a limitar tu decisión a motivos superficiales como color o tamaño- aspectos prácticos; igualmente te puede llevar a empatizar con el artista, a reconocer sus sentimientos, a conectar a un nivel más profundo que el estético con la pieza, que te haga pensar, “¡No lo pude haber expresado mejor!”
Ahora, además de que tienes una pieza bella que lucirá espectacular en tu espacio, tendrás información que te de un cierto nivel de art connoiseur muy encomiable y un excelente tema de conversación.
La historia detrás de una pieza de arte es igual de interesante sea este un paisaje o un retrato; pero imaginémonos la siguiente conversación entre el anfitrión de una cena y uno de sus invitados ante una obra de arte abstracto recién adquirida:
- Invitado: “Compadre, ya veo que tienes una nueva pieza de arte… que bien combina con tu sala, ¿cuántos botes de pintura le aventaste?” risas.
- Anfitrión: “Ojalá hubieran sido botes de pintura lo que le aventé, risas. ¿Esa impresión da el arte abstracto, verdad compadre? Como que hecho sin pensar y sin mucha habilidad… pero fíjate que representa una etapa de transición del artista, estaba pasando por un momento de sentimientos encontrados. Cuenta que la aturdían comentarios contradictorios, muchos no solicitados, que sembraban en su alma más dudas que respuestas. Fue tanto que decidió plasmarlo en un lienzo a manera de catarsis, extrayendo todo de dentro de sí con la esperanza de recuperar la paz. Decidió representar cada voz con un color y (señalando a la obra) la pesadez del brochazo representa cuanto esa opinión le afectó. Si te fijas, compadre, no sabemos cuál era el problema que mortificaba a la artista, pero si podemos entenderlo y hasta identificar algún momento en nuestras vidas donde hayamos pasado por circunstancias semejantes.”
- Invitado: “¡Sin duda, compadre!”
- Anfitrión: “A mi mujer y a mi nos enganchó la historia, la energía purificadora, la emotividad que vivió y plasmó el artista… y a mis hijos les encantaron los colores. Hemos tomado esta pieza como el punto de pausa, aquí nos sentamos a organizar nuestras ideas reflexionando al observarlo.”
- Invitado: “Oye compadre, pues ha de ser la pieza más valiosa de tu colección, ¿verdad?”
- Anfitrión: “Ahora que lo dices, creo que sí compadre” responde viendo la pieza.
El arte con historia no solo decora, también alimenta la mente, acompaña el alma.
Si tienes los medios para adquirir arte original, platica con el/la artista. Tómate tu tiempo en conocerla por medio de las historias detrás de sus piezas. Y, si decides encargarle una pieza, cuéntale la historia que quieres te ayude a plasmar en un lienzo, otorgándole así mayor profundidad y sentido a la obra más allá de lo estético o decorativo.
Así mismo, no dudes en entrar a las galerías cuando sepas que estará el artista presentando su obra. Haz preguntas, indaga sobre la inspiración detrás de la obra, tu espíritu soñador te lo agradecerá, y si te animas a comprar, el artista también.
