Vuelve la tercera temporada de The White Lotus, y esta vez nos lleva a los impresionantes paisajes de Tailandia. Pero si conoces esta serie, sabrás que detrás del lujo y el servicio de cinco estrellas, siempre hay algo siniestro al acecho. Con nuevas caras, nuevos escándalos y una inmersión más profunda en temas como los privilegios, la espiritualidad y las complicadas relaciones humanas, esta temporada nos mantiene enganchados desde el principio.
Bienvenidos a Tailandia, donde el paraíso se mezcla con el drama
Después de explorar las soleadas playas de Maui y el encanto del viejo mundo de Sicilia, The White Lotus ha embarcado en Tailandia. A primera vista, son unas vacaciones de ensueño: retiros de yoga, masajes con piedras calientes y templos serenos. Pero si rascamos un poco más hondo, descubriremos la cultura del bienestar, la visión occidental de la espiritualidad oriental y la difusa línea que separa la reverencia de la explotación.
Uno de los temas más destacados de esta temporada es la obsesión occidental por «encontrarse a sí mismos» en tierras extranjeras. La serie no se reprime a la hora de burlarse de los turistas adinerados que tratan las prácticas espirituales como rituales de autocuidado de moda en lugar de como algo profundamente significativo. Es mordaz, agudo y exactamente el tipo de comentario social que esperamos de The White Lotus.
Las tramas de esta temporada
- Muerte y espiritualidad – Mike White, creador de la serie, teje una sátira sobre la muerte, el miedo existencial y las religiones orientales. Al igual que en temporadas anteriores, hay una muerte misteriosa al principio de la temporada, y a lo largo de los episodios vamos descubriendo, pieza por pieza, cómo sucedió todo.
- Cultura turística occidental – Si alguna vez te ha dado pena ajena los viajeros que actúan como si un país fuera su patio de recreo personal, entonces apreciaras cómo esta temporada aborda el derecho y la apropiación cultural. Algunos personajes abrazan las tradiciones tailandesas, mientras que otros las reducen a experiencias dignas de Instagram.
- Amistades tóxicas – Esta temporada presenta a un trío de mujeres cuya supuesta amistad se basa en la competencia, los celos y las traiciones sutiles. Ver cómo se deshace su dinámica resulta incómodamente real, porque seamos sinceros, todos hemos sido testigos (o parte) de amistades así.
- Secretos financieros y drama familiar – Ninguna temporada de White Lotus estaría completa sin algunos jugosos escándalos familiares. En esta ocasión, nos adentramos en cómo la riqueza y los privilegios moldean (o corrompen) las relaciones, con personajes que se enfrentan a todo tipo de situaciones, desde oscuros legados familiares hasta encubrimientos financieros.
- Respeto cultural frente a explotación – Aunque la serie hace un buen trabajo al incorporar la cultura tailandesa con actores locales y prácticas budistas reales, también pone de relieve lo rápido que los turistas pueden convertir la reverencia en un acto superficial.
Un asesinato, un misterio y personajes caóticos

Como en temporadas anteriores, empezamos con una muerte espeluznante. Pero, ¿quién es la víctima? Y lo que es más importante, ¿quién está detrás? La narración no lineal nos mantiene a la expectativa, haciendo que cada interacción parezca una pista.
Esta temporada regresa Belinda (Natasha Rothwell), una de las favoritas de los fans de la primera temporada, que ahora emprende su propio viaje de autodescubrimiento. Nuevas caras como Chelsea y Rick aportan energía fresca (y mucho drama), mientras que la disfuncional familia Ratliff añade otra capa de intriga.
Las interpretaciones son de primer nivel, con actores que equilibran a la perfección el humor negro y los momentos intensos. Dicho esto, algunos espectadores han señalado que los personajes no blancos siguen estando poco desarrollados, un problema que se arrastra desde temporadas anteriores.
Tailandia cambia el juego
La ambientación de Tailandia no es sólo estética (aunque las playas tropicales y las exuberantes selvas son impresionantes). Conforma activamente la historia:
- El calor de Tailandia – A diferencia de la brisa mediterránea de Sicilia, el clima tropical de Tailandia aporta una energía casi opresiva. El calor sofocante y la humedad aumentan el malestar físico y emocional de los personajes.
- El turismo de bienestar se enfrenta a la realidad – Desde los retiros de desintoxicación hasta las experiencias «auténticas» y excesivamente caras, la serie critica con ingenio la obsesión moderna por los viajes de bienestar y su frecuente mercantilización de la espiritualidad.
- Turistas vs. autóctonos – Hay un tira y afloja constante entre la forma en que los turistas se relacionan con la cultura tailandesa: algunos con auténtica curiosidad, otros con total desprecio.
¿Qué tal va la serie hasta ahora?
Tanto la crítica como los fans están encantados con la aguda escritura y la complejidad de los personajes de la tercera temporada. Aunque algunos echan de menos la energía caótica de Tanya, interpretada por Jennifer Coolidge, los nuevos personajes (especialmente el regreso de Belinda) mantienen la frescura. A pesar de que todos extrañamos la pegajosa canción de inicio de The White Lotus de las temporadas pasadas, el humor sigue en su punto, con momentos absurdos que te hacen reír antes de darte cuenta de lo inquietante que es la situación en realidad.
A sólo dos episodios del final, todos estamos a la espera de ver cómo termina esta temporada. ¿Quién saldrá ileso? ¿Quién no lo logrará? ¿Y qué giros finales nos depara The White Lotus? Una cosa es segura: esta temporada demuestra una vez más por qué es una de las series más inteligentes y atractivas de la televisión.