Por: Michelle Gómez
Parece ser que últimamente Hollywood tiene una receta mágica para atraer al público: la nostalgia. ¿Y quién puede culparlos? Después de todo, ¿quién no ama un buen viaje al pasado con secuelas, remakes, y el regreso de nuestros actores favoritos? Y si alguien sabe cómo hacerlo con estilo, ese es Tim Burton. Así que, cuando el pasado 6 de septiembre se estrenó Beetlejuice 2, o mejor dicho Beetlejuice Beetlejuice, no pudimos resistirnos a la tentación de revivir esa magia oscura que tanto nos encanta.
La primera Beetlejuice debutó hace 36 años, y vaya que dejó huella. No solo fue un éxito en taquilla, sino que se convirtió en una pieza clave de la cultura popular. ¿No me creen? Solo basta con ver cuántas personas se disfrazan de estos personajes icónicos cada Halloween. Es una película que no solo se quedó en nuestras mentes, sino que se incrustó en nuestras tradiciones. Así que, con toda esta expectativa, ¿qué tal si nos sumergimos juntos en esta nueva aventura?
Volvemos a Winter River: Un Viaje al Pasado con un Toque Moderno
La trama nos lleva de nuevo a Winter River, ese pueblito donde todo comenzó, y más específicamente, a la vieja casa de los Maitland, los antiguos dueños que hicieron de las suyas en la primera película. Aquí es donde Lydia (interpretada por la siempre fascinante Winona Ryder), junto a su madre Delia Deetz (Catherine O’Hara), su hija adolescente Astrid (Jenna Ortega), y su nuevo novio Rory (Justin Theroux), se reúnen para el funeral del padre de Lydia, Charles Deetz. Pero espera, ¿te preguntas por qué no aparece el actor original que interpretó a Charles, Jeffrey Jones? Si tienes curiosidad por un buen chisme, te invito a googlear la razón, porque te aseguro que te llevarás una sorpresa. Aunque los motivos de su ausencia en la vida real son inquietantes, la película lo maneja con un giro gracioso y entretenido, haciendo de esto el detonante que trae de vuelta a esta familia tan particular a Winter River.
Lydia y el Regreso de un Viejo Conocido
Ahora hablemos de nuestra querida Lydia. Al verla de nuevo en pantalla, con esa mezcla de misterio y vulnerabilidad que solo Winona Ryder puede darle, es como si el tiempo no hubiera pasado. Lydia ahora es una médium y estrella de un famoso programa al estilo “Cazafantasmas”, pero las cosas no son tan sencillas. Comienza a tener visiones de Beetlejuice, nuestro amado (y temido) fantasma, y teme que su regreso sea inminente. Lo interesante es que Lydia ahora tiene una hija, Astrid, una adolescente que no cree en fantasmas y se inclina más por la ciencia. Este contraste entre madre e hija agrega una dinámica fresca a la trama, dándonos momentos tanto cómicos como emotivos.
El Más Allá Nunca Fue tan Divertido
Mientras tanto, ¿qué ha estado haciendo Beetlejuice todos estos años? Bueno, nuestro fantasma favorito, interpretado por el inigualable Michael Keaton, se encuentra en el más allá manejando su propio negocio de telecomunicaciones (sí, leíste bien, ¡telecomunicaciones del más allá!). Pero las cosas se complican cuando se entera de que su exesposa, interpretada por la deslumbrante Mónica Bellucci, ha despertado y está buscando venganza. Esta trama secundaria le da a la película un toque divertido y bizarro, muy al estilo de Burton.
El set del “Más allá” es una verdadera delicia visual. Si eras fanático del estilo oscuro y peculiar de Tim Burton en los 90, prepárate para un viaje nostálgico. Y hablando de nostalgia, la música corre a cargo de Danny Elfman, el inseparable compañero de aventuras de Burton, quien nos regala una banda sonora que te hará sentir que nunca dejamos los 80.
Un Final que te Hará Bailar
Beetlejuice Beetlejuice no solo trae de vuelta la nostalgia, sino que nos ofrece una historia llena de giros divertidos, números musicales (sí, ¡musicales!), y momentos que te harán tararear al salir del cine. Además, las apariciones estelares de Willem Dafoe, Danny DeVito, y Burn Gorman añaden un toque extra de diversión y locura a esta ya de por sí excéntrica aventura.
En resumen, Beetlejuice Beetlejuice es todo lo que podríamos haber esperado y más. Es una carta de amor a los fans de la original, un recordatorio de por qué amamos tanto a estos personajes, y una oportunidad para que una nueva generación se enamore del peculiar y fascinante mundo de Beetlejuice. Así que, si estás buscando una película que te haga reír, cantar y sentirte un poco nostálgico, no te la puedes perder. ¡Beetlejuice, Beetlejuice, Beetlejuice! ¿Qué estás esperando para decir su nombre?
