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Fuente: Facebook Oficial de MTV

Los VMAs 2025: lo mejor, lo peor y lo que todos seguimos comentando


Si algo sabemos de los MTV Video Music Awards es que nunca dejan indiferente a nadie. A veces nos dan shows que pasan a la historia (sí, todos seguimos recordando aquel 2009 de Lady Gaga y la sangre falsa) y otras veces nos dejan preguntándonos si de verdad hacía falta tanto relleno. La edición 2025 no fue la excepción: momentos brillantes, homenajes cuestionables, divas de regreso y performances que parecían más un livestream que un espectáculo en vivo.

Para que no te quedes fuera de la conversación, aquí va un repaso de lo más comentado de la noche, en plan chisme y con la lupa puesta tanto en lo que nos hizo aplaudir como en lo que nos hizo poner cara de emoji confundido.

Lo mejor de la noche (aplausos de pie)

Ariana Grande, el regreso que nadie esperaba

Cinco años sin pisar los VMAs y Ariana Grande reaparece como si no hubiera pasado ni un día. Llegó temprano a la alfombra roja, con un look de Fendi en blanco y negro lleno de lunares y joyas brillantes de Swarovski que parecía decir: “sí, sigo siendo la popstar que manda”. No solo se dejó ver, también arrasó: ganó Video del Año y Mejor Video Pop, y además tuvo el honor de entregarle el premio Video Vanguard a Mariah Carey. Iconic behavior, como dirían en Twitter.

Sabrina Carpenter bajo la lluvia

Fuente: Facebook Oficial de MTV

Si alguien se robó el show, fue ella. Sabrina Carpenter presentó en vivo “Tears”, el nuevo sencillo de su álbum Man’s Best Friend. El set parecía sacado de un callejón neoyorquino y lo acompañó con drag queens y mensajes de apoyo a la comunidad trans. Entre la coreografía, la escenografía mojada y la fuerza política detrás, Sabrina demostró que no solo tiene hits pegajosos, también algo que decir.

Gaga, omnipresente y omnipotente

Fuente: Facebook Oficial de MTV

Lady Gaga fue la más nominada de la noche y se llevó dos premios clave: Artista del Año y Mejor Colaboración por “Die With a Smile” con Bruno Mars. Su discurso fue emotivo, agradeció al arte, a su público y a su prometido Michael Polansky.

Pero el verdadero tema de conversación fue su “don de la ubicuidad”: en televisión vimos su performance de “Abracadabra” y “The Dead Dance”, mientras que al mismo tiempo circulaban videos en redes sociales de Gaga actuando en el Madison Square Garden. Básicamente, la mujer estaba en dos lugares a la vez. Gaga siendo Gaga.

El homenaje a Ozzy Osbourne

Ozzy nos dejó en julio y MTV quiso rendirle tributo con un mashup de estrellas del rock: Steven Tyler, Joe Perry, YUNGBLUD y Nuno Bettencourt, entre otros. Sonó a “Crazy Train” y a clásicos que definieron generaciones. ¿El resultado? Emotivo para algunos, caótico para otros (ya hablaremos de eso más abajo).

Mariah Carey, eterna diva

Por fin MTV hizo lo que llevaba décadas pendiente: entregarle a Mariah Carey el Michael Jackson Video Vanguard Award. Lo recibió de manos de Ariana Grande —una especie de passing the torch— y lo celebró con una actuación que repasó desde “Heartbreaker” hasta su nuevo single “Type Dangerous”. El público quedó rendido y ella aprovechó para recordar que su próximo álbum sale en septiembre. Diva move, punto.

Lo que nos dejó frunciendo el ceño (a.k.a. ¿era necesario?)

Doja Cat, demasiado seria

Abrir los VMAs siempre es presión máxima, y Doja Cat eligió presentar “Jealous Type” con un homenaje ochentero. El problema: parecía que su playback estaba más entusiasmado que ella. Después de verla en 2021 llevando literalmente una silla en la cabeza, este show se sintió… plano. Tal vez está en una nueva etapa artística más sobria, pero los VMAs piden exageración, y aquí faltó chispa.

Gaga… ¿pero de verdad estaba ahí?

Aunque Gaga ganó premios y sí pisó el escenario para agradecer, la gran parte de su presentación fue un segmento pregrabado de su gira. Y por muy impactante que fuera el vestidazo rojo con bailarines saliendo como muñecos del cascanueces, el público en el recinto sintió la ausencia. Ver a Gaga en una pantalla no es lo mismo que verla en vivo.

Post Malone en modo remoto

¿Recuerdan cuando en pandemia todo eran actuaciones a distancia? Bueno, parece que MTV no lo superó. Post Malone y Jelly Roll sonaron genial, pero su show estaba grabado desde Alemania días antes. Para un evento que presume de “lo mejor en vivo”, este tipo de decisiones siempre dejan sabor a “falta de compromiso”.

El tributo a Ozzy, versión polémica

Sí, ya lo mencionamos como uno de los momentos más emotivos, pero también fue de los más criticados. Muchos fans del metal consideraron que YUNGBLUD haciendo de Ozzy fue más parodia que homenaje, y que Steven Tyler estaba forzando demasiado la voz. Al final, el gesto se agradece, pero la ejecución dejó dudas.

Tate McRae y el intento de ser edgy

La canadiense presentó “Revolving Door” y “Sports Car” con una coreografía entre estatuas humanas y arena. Literalmente arena, porque hasta le pateó la cara a un bailarín. Todo bien, pero la performance no terminó de despegar. Quizás en otro contexto habría brillado, aquí pareció un número de medio tiempo reciclado.

¿Y el rap contemporáneo?

La conducción estuvo a cargo de LL Cool J, y el gran momento hip hop lo puso Busta Rhymes, acompañado por Glorilla. Y ya. Nada de los raperos más relevantes de la actualidad. En un género que sigue siendo de los más dominantes del planeta, la ausencia fue notoria y le quitó frescura al show.

Conclusión: ¿fue una gran noche?

Los VMAs 2025 fueron una montaña rusa. Por un lado, nos regalaron momentos que ya son parte del archivo pop: el regreso triunfal de Ariana, el show político y visual de Sabrina Carpenter y el merecido homenaje a Mariah Carey. Pero por otro, cayeron en errores que hacen que uno se pregunte si MTV todavía entiende lo que el público espera: actuaciones remotas, homenajes flojos y poca representación de géneros actuales como el rap.

¿Lo disfrutamos? Claro. ¿Hubo material para chismear en redes? Muchísimo. Pero si MTV quiere que los VMAs vuelvan a ser el evento musical que nadie se quiere perder, tendrá que arriesgar más y volver a apostar por la locura, la irreverencia y el factor sorpresa.

Mientras tanto, nos quedamos con la frase que todos repetimos después de ver el evento: “Sabrina lo entendió, Ariana lo conquistó, y Gaga… pues Gaga fue Gaga”.