Warner Bros. Entertainment Inc.
Mi mamá tenía un álbum de fotos de artistas a blanco y negro. Ella me decía ELVIS era el más guapo. Yo siempre pensé que el más guapo era MARLON BRANDO, pero resulta que ELVIS cantaba y sus discos rondaban por la casa acompañados de películas y leyendas sobre qué aún seguía vivo por allá en una casita en Hawái.
El rey se merecía una gran película. Su historia se ha contado muchas veces y no es fácil resumir en poco más de dos horas el nacimiento y decadencia de la figura más emblemática de la historia de la música de Estados Unidos. La figura que se entrelaza con la historia de un país envuelto entre segregación y guerra, ELVIS es el ícono.
Una simple imagen empapada de ritmo y brillo. Una historia dramática que va desde las calles de Memphis y los bares de Nashville a las luces cegadoras de Las Vegas. ELVIS creció entre cantos de góspel y rhythm and blues.
El rey se merecía esta película que te atrapa desde el primer minuto en el que AUSTIN BUTLER aparece en la pantalla y te hace creer que estás viendo realmente las familiares imágenes de ELVIS en sus trajes de solapas anchas y pantalones con enormes cinturones.
Él le da vida. Él lo regresa desde el trono en el que ha permanecido durante tantos años.
Ahora TOM HANKS, pues, ¿qué podemos decir? Simplemente que estamos ante una más de sus magistrales actuaciones. Pero no solo ellos, sino todo un elenco equilibrado y bien dirigido.
Imágenes endulzadas de música entrañable y poderosas escenas que hacen vibrar como si al rey aún lo pudiéramos tocar mientras se desploma y entrega como nadie en el escenario. Esta es la historia no solo del artista, si no de una marca, de un negocio, de una trampa, de un abuso, de un manojo de vicios.
Al final es la historia de amor entre ELVIS y su público.
Enorme película, pero más enorme es recordar al ídolo, al símbolo, al que aún anda ahí caminando por Las Vegas o sonriendo con un collar de flores por Hawái.
Al que, vestido de cuero negro o muerto de miedo en un traje con alas blanco, ¡es y seguirá siendo EL REY!
Así que, señoras y señores:
ELVIS HAS LEFT THE BUILDING!
Escrito por Laura Tristan.