¡Mando ha regresado! Y para quienes solo han visto The Mandalorian y nada más en el extensivo universo de Star Wars desde la última temporada: sí, el Bebé Yoda Grogu está bajo su cuidado otra vez. El pequeño chico verde y sensible a la Fuerza, escoge dejar su entrenamiento Jedi con Luke Skywalker y ha regresado a los brazos de Din Djarin’s Bezkar. Ahora que no hay duda de que el lobo solitario y el cachorro están destinados a estar juntos, la tercera temporada nos adentra a la gran cultura del Mandalore y la misión de redención de Din.
El episodio 1 es titulado El Apóstata. Tuve que buscar en Google la definición de ‘Apóstata’, y aquí está: una persona que renuncia a sus creencias religiosas o políticas o sus principios. El título nos da una idea sobre lo que vendrá en el resto de la temporada: considerado una desgracia de acuerdo al principio Mandaloriano (por quitarse el casco en el final de la segunda temporada), Din está determinado a reclamar su honor sin importar nada. Para hacerlo, viaja a ver a La Armera para pedirle un consejo – pero no antes de ayudar a quienes quedan del clan Mandaloriano a defenderse de un ataque de un reptil acuático gigante. ¡Llegando siempre con estilo, Mando es!
La Armera le dice que tiene que pasar por un largo y complicado proceso involucrando un planeta moribundo para recibir redención – sin duda una misión que le tomará toda una temporada de misiones secundarias para completar. Efectivamente, tenemos esa primera misión secundaria en la siguiente escena. Llegando al ahora próspero Nevarro, Mando y Grogu se reúnen con el Gran Magistrado Greef Karga para preguntarle sobre los restos de IG-11 (¡Ay como te extrañamos!). Para explorar los restos del planeta contaminado al que se dirige, Mando necesita un droide con el que pueda confiar y solo puede ser su viejo droide enemigo-convertido-a-aliado. ¿Y qué si tiene que averiguar como revivir un robot difunto? Claro, las cosas no van tan bien para él. Este (siempre) es el camino.
El Apóstata es un sólido regreso para la serie de Star Wars. Con una duración de alrededor de 30 minutos, es un corto, compacto, y emocionante episodio. De inmediato, obtenemos la motivación de Mando, los obstáculos en su camino, y la lista de cosas por las que tiene que pasar.
Con cada temporada, The Mandalorian se siente más grande y ambicioso. Puedes sentirlo, no solo en los diversos locales que nuestro dúo dinámico visita pero en la atención al detalle. El set se siente cada vez menos como un set y más como un ambiente tangible con vida abundante. En este primer episodio, vemos un desierto rodeado de un lago, una ciudad glamurosa, y un castillo Mandaloriano en un acantilado. Oh, y esa tan espectacular batalla espacial rodeada de asteroides, entre Mando y un montón de piratas espaciales. Si hay algo en lo que podemos contar con The Mandalorian, es su excelente habilidad para crear mundos. No es solo la decoración de fondo sino una civilización entera que espera ser explorada. Reconozcamos a Jon Favreau, Dave Filloni, y al director Rick Famuyiwa por otra gran entrada. Olvidémonos de Kevin Faige, Taika Waititi, o Patty Jenkins – ¿cuándo obtendremos una película de Star Wars dirigida por ellos?
