Hay vidas tan llenas de historia, amor y propósito que parecen contener dentro de sí todo un siglo de memorias. Hoy celebramos una de esas vidas excepcionales: la de Angelina Castorena Arce, quien cumple 108 años este 3 de noviembre de 2025.
Nacida en Johnson, Arizona, en 1917, Angelina fue la mayor de diez hijos de Ramón Castorena e Isabel Martínez de Castorena, originarios de Aguascalientes y San Luis Potosí, respectivamente. Su historia comenzó marcada por la fortaleza y la resiliencia: antes de cumplir un año, la familia dejó Arizona a causa de la pandemia de 1918 y regresó a México. En 1920 se establecieron en Tijuana, donde su padre abrió una barbería y se convirtió en un ciudadano activo en la vida social y cívica de la ciudad.
Ramón Castorena fue uno de los fundadores de la Sociedad Mutualista Zaragoza y también estableció el primer cine de Tijuana, donde se proyectaban películas mudas. Angelina recuerda con ternura que ella y sus hermanos pequeños veían la misma película durante semanas, sin perder el encanto. Ese mismo año ingresó a la Escuela Martínez, la primera escuela primaria de Tijuana, marcando así el inicio de una vida dedicada al aprendizaje y al servicio.



En 1938, Angelina contrajo matrimonio con José María Arce (“Pepe”), y juntos tuvieron una hija, Leticia Norma. En 1956, madre e hija se mudaron a San Diego, donde Angelina trabajó hasta su jubilación en 1972. Fiel a su sentido familiar, regresó a Tijuana para cuidar a su madre, Chabelita, dedicándose con amor a su bienestar.
Fue durante estos años cuando Angelina profundizó en su fe. Motivada por el Reverendo Padre Arturo de la Torre, realizó estudios religiosos y se convirtió en la primera mujer nombrada Ministra de la Eucaristía en Tijuana, un hecho histórico para la comunidad religiosa local. Estos fueron años plenos y felices para ella, en los que transmitió su fe a cientos de adultos que se preparaban para recibir los sacramentos.
En 2010, Angelina regresó a Estados Unidos para vivir en Bonita, California, junto a su hija Norma. Por varios años, asistió cada jueves a misa en la parroquia Corpus Christi, participando activamente en el grupo de oración y adoración al Santísimo Sacramento.
Hoy, con 108 años de vida, Angelina es el corazón de su familia: querida y admirada por su hija, sus nietos Jaime y Ricardo, y una gran familia extendida que la respeta y celebra como la matriarca que mantiene unidas a las generaciones. Su vida es un puente vivo entre culturas, reflejo del orgullo de ser mexicana y binacional.
A lo largo de los años, Angelina ha inspirado a muchas familias a valorar sus raíces, conservar su idioma y vivir con gratitud y fe. Su legado es una historia de amor, esperanza y fortaleza que sigue iluminando a todos los que tienen la dicha de conocerla.
Feliz cumpleaños número 108, Angelina Castorena Arce — una mujer cuya luz y espíritu son verdaderamente eternos.





































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