WASHINGTON, DC- En un testimonio escrito presentado ante el Comité Judicial del Senado, la Presidenta y CEO de UnidosUS, Janet Murguía, advirtió a los legisladores que las propuestas de deportación masiva tendrán consecuencias devastadoras para las familias estadounidenses, las comunidades y la economía de Estados Unidos.
«Sabemos que la comunidad latina, al igual que otras comunidades, quiere ver acciones para arreglar nuestro sistema de inmigración roto», declaró Murguía. «Pero no apoyan propuestas extremas como la deportación masiva que desgarraría familias y comunidades y pondría en peligro nuestra economía. Ellos apoyan, en cambio, soluciones que son ‘ganar-ganar’ para nuestra comunidad y nuestro país, como una vía a la ciudadanía para las personas indocumentadas que residen desde hace mucho tiempo y que contribuyen cada día al bienestar de nuestra nación».
«Nuestra investigación muestra que las deportaciones masivas dejarían a millones de niños nacidos en EE.UU. en familias de estatus mixto vulnerables a la pobreza, interrumpirían sectores críticos de nuestra economía y socavarían los valores de familia y justicia de nuestra nación», dijo Murguía. «Deportar a estos individuos no ahorrará dólares de los contribuyentes – costará al menos 1,6 billones de dólares, debilitará nuestra base impositiva y perjudicará a los trabajadores estadounidenses al aumentar los costes laborales y perturbar las economías locales».
UnidosUS se refirió a los estudios que demuestran que los inmigrantes indocumentados contribuyen de forma esencial a sectores clave, como la agricultura, la construcción y la industria manufacturera. La expulsión de estos trabajadores exacerbaría la inflación, aumentaría el coste de los alimentos y la vivienda, perjudicaría la tasa de empleo de los ciudadanos estadounidenses y reduciría el PIB en casi 5 billones de dólares durante la próxima década. Además, Murguía destacó el coste humano, citando estudios que muestran cómo las deportaciones masivas desestabilizarían a millones de niños, perjudicarían su educación y su salud mental y crearían un clima de miedo generalizado.
El testimonio de UnidosUS instó al Congreso a dar prioridad a soluciones legislativas que proporcionen alivio a las familias indocumentadas, pongan orden en la frontera sur e impulsen la prosperidad económica. Murguía concluyó con un llamamiento al Congreso para que actúe, afirmando: «No se trata sólo de proteger a las comunidades latinas, se trata de preservar nuestro futuro económico y el tejido moral de nuestra nación.»