Cada año, el 12 de diciembre, millones de mexicanos y devotos de todo el mundo celebran el Día de Nuestra Virgen de Guadalupe, uno de los momentos más importantes del calendario católico. Pero ¿alguna vez te has preguntado por qué se celebra este día o de dónde viene esta devoción tan arraigada? Hoy te contamos un poco de la historia y algunos datos curiosos que te sorprenderán.
La Historia Detrás de la Celebración
Todo comenzó en 1531, en el cerro del Tepeyac, en lo que hoy es Ciudad de México. Según la tradición, un indígena llamado Juan Diego caminaba por la zona cuando se le apareció la Virgen María, quien le pidió que construyera un templo en su honor. Como era de esperarse, Juan Diego fue con el obispo para transmitirle el mensaje, pero ¡claro!, el obispo no le creyó de inmediato. Fue entonces cuando la Virgen realizó un milagro: hizo que en pleno invierno florecieran rosas en el Tepeyac. Juan Diego recogió estas rosas en su tilma (una especie de manto) y las llevó al obispo. Al desplegar la tilma, no solo cayeron las rosas, sino que en el manto apareció la imagen de la Virgen de Guadalupe. Este milagro convenció al obispo, quien finalmente construyó el santuario que ella había pedido.
¿Por qué el 12 de diciembre?
El 12 de diciembre es la fecha en la que, según los relatos, ocurrió el último milagro relacionado con la Virgen: la aparición de su imagen en la tilma de Juan Diego. Desde entonces, esta fecha se fijó como el día para honrarla. Además, en 1746, el Papa Benedicto XIV declaró oficialmente a Nuestra Señora de Guadalupe como patrona de México, consolidando aún más la importancia de esta celebración.
¿Sabías que…?
La Basílica de Guadalupe es el segundo santuario católico más visitado del mundo. Solo es superado por la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Cada año, más de 20 millones de peregrinos llegan al Tepeyac para rendir homenaje a la Virgen.
El manto de Juan Diego es un misterio científico. La tilma, hecha de fibras de maguey, debería haberse descompuesto hace siglos, pero sigue intacta. Además, los científicos han analizado los ojos de la Virgen en la imagen y aseguran que reflejan la escena del momento en que Juan Diego desplegó su manto.
La Virgen de Guadalupe es un símbolo de identidad nacional. Durante la guerra de Independencia, Miguel Hidalgo llevó un estandarte con su imagen, convirtiéndola en un símbolo de unidad para los mexicanos.
Hay muchas danzas y cantos en su honor. Desde los tradicionales matachines hasta las más modernas interpretaciones marianas, la música y la danza son formas esenciales de celebrar a la Virgen.
Su nombre también tiene historia. Guadalupe viene del término en latín “Guadalupe” que significa “Río de luz” o del idioma náhuatl, donde podría interpretarse como “la que aplasta la serpiente”.
¿Cómo se celebra?
En todo México, las celebraciones inician desde la noche del 11 de diciembre con las tradicionales “Mañanitas” a la Virgen. En la Basílica, miles de fieles cantan al unísono mientras llevan ofrendas de flores, veladoras y agradecimientos. Pero no todo ocurre en la Ciudad de México; cada región tiene sus propias costumbres. Por ejemplo, en el norte del país, las peregrinaciones pueden durar días, mientras que en el sur se organizan grandes ferias.
Muchas familias también celebran en casa, levantando altares decorados con flores, velas y una imagen de la Virgen. Además, no pueden faltar los tamales y el atole para compartir con amigos y vecinos después de las celebraciones religiosas.
¿Qué nos deja esta celebración?
El Día de Nuestra Virgen de Guadalupe no solo es una fecha religiosa; también es un día que nos recuerda la importancia de la fe, la comunidad y nuestras tradiciones. La Virgen es un símbolo que une a los mexicanos, sin importar dónde estén en el mundo. Celebrarla es también celebrar nuestra historia y nuestras raíces.
Así que, si tienes la oportunidad, no dudes en ser parte de esta fiesta tan especial. Ya sea cantando las “Mañanitas”, participando en una peregrinación o simplemente encendiendo una vela en su honor, la Virgen de Guadalupe siempre estará ahí para escucharte y acompañarte.