Después de casi dos semanas de intensos ataques entre Israel e Irán, parece que hay un respiro. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intervino directamente y logró que ambos países aceptaran un alto al fuego, aunque no sin tensiones de último minuto.
Una llamada que cambió el rumbo
Todo cambió tras una llamada entre Trump y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Según la oficina del líder israelí, después de esa conversación, Israel decidió suspender nuevos ataques contra Irán. Trump fue muy claro y directo: pidió a Israel que “no lanzara esas bombas” y aseguró que violar el alto al fuego sería una falta grave.
“Israel no va a atacar a Irán. Todos los aviones regresarán a casa mientras saludan amistosamente. ¡El alto al fuego está en vigor!”, escribió Trump en su red Truth Social. El presidente también destacó que Israel ya había cumplido sus objetivos militares y que ahora era momento de detener la escalada.
Acusaciones cruzadas

Sin embargo, la tregua no empezó con el pie derecho. Horas antes de que el alto al fuego entrara oficialmente en vigor, Irán lanzó una serie de misiles que dejaron al menos cuatro muertos en territorio israelí. En respuesta, Israel bombardeó una estación de radar cerca de Teherán.
Ambos países se acusaron mutuamente de romper el acuerdo. Israel alegó que Irán violó el alto al fuego apenas minutos después de su inicio, mientras que Irán aseguró que solo estaban respondiendo a la “agresión ilegal” israelí.
Irán también cede, pero con condiciones
Desde Teherán, el canciller Abbas Araqchi fue claro: si Israel detenía sus ataques antes de las 4:00 a.m. (hora local), ellos también se detendrían. Según explicó, Irán no fue quien comenzó el conflicto y no tenían intención de seguir si Israel cesaba su ofensiva. A pesar de sus palabras, los misiles continuaron por algunas horas más.
Un alto al fuego incierto
Aunque Trump anunció con entusiasmo que se había alcanzado un acuerdo total, en la práctica la situación era más complicada. Ambas naciones intercambiaron ataques incluso después del anuncio. De hecho, uno de los momentos más tensos fue cuando Irán atacó la base aérea de Al Udeid en Catar, que alberga a miles de soldados estadounidenses. Afortunadamente, ese ataque fue más simbólico que destructivo.
Detrás del telón, diplomáticos cataríes jugaron un papel importante al persuadir a Irán para aceptar la propuesta de tregua, tras confirmar que Israel también se sumaría.
¿Y ahora qué?
Con el cese al fuego más o menos en marcha, se abre una ventana para buscar soluciones diplomáticas. Trump lo llamó “La Guerra de los 12 Días“, y confió en que no haya una continuación. Desde Europa, líderes como Kaja Kallas (jefa de la diplomacia de la Unión Europea) y el director del Organismo Internacional de Energía Atómica han advertido que esta escalada podría tener consecuencias devastadoras si no se controla.
Mientras tanto, los mercados financieros respondieron positivamente al posible fin de la violencia: el precio del petróleo bajó y las bolsas subieron, reflejando un respiro ante la tensión vivida.
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