El presidente Donald Trump anunció el lunes que tomará el control directo del departamento de policía de Washington D.C. y enviará tropas de la Guardia Nacional. Afirma que el objetivo es abordar lo que describe como un problema de delincuencia «fuera de control» en la capital de Estados Unidos.
En declaraciones desde la Casa Blanca, Trump lo calificó como «el día de la liberación en D.C.» y dijo que era hora de «recuperar nuestra capital». También afirmó que las personas sin hogar de la ciudad tendrían que abandonar las calles de inmediato, prometiendo que se les proporcionaría alojamiento alternativo, pero lejos del centro de la ciudad.
Trump hizo uso de su autoridad en virtud del artículo 740 de la Ley de Autonomía de Washington D. C., una ley que permite al presidente tomar el control temporal de la policía de la ciudad en situaciones de emergencia. Este control especial puede durar hasta 30 días, a menos que el Congreso apruebe una prórroga. También dijo que la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, estará a cargo del Departamento de Policía Metropolitana durante este periodo.

El presidente ha comparado los niveles de delincuencia de Washington D. C. con algunos de los lugares más peligrosos del mundo, señalando incidentes de robo, hurto de vehículos y agresiones violentas. Sin embargo, los datos oficiales muestran una realidad diferente. Según el Departamento de Policía Metropolitana y el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, los delitos violentos en Washington D. C. alcanzaron su nivel más bajo en 30 años el año pasado y han disminuido aún más en 2024, con descensos de dos dígitos en homicidios, agresiones y robos en lo que va de año.
Los líderes locales están rechazando esta medida. El fiscal general de Washington D. C., Brian Schwalbe, calificó la medida de Trump de «sin precedentes, innecesaria e ilegal» y afirma que no existe una emergencia delictiva. Argumentó que las tasas de delincuencia están disminuyendo, no aumentando, y que su oficina explorará las opciones legales para impugnar la medida. La alcaldesa Muriel Bowser también rechazó la descripción que Trump hace de la ciudad, afirmando que la gente se está mudando a Washington D. C., creando empresas y formando familias allí.
A pesar de las estadísticas, la presencia de las fuerzas del orden federales en Washington D. C. ha aumentado en los últimos días. Trump también ha insinuado que traerá fuerzas militares adicionales si cree que son necesarias para restaurar «la ley y el orden».

Esta decisión se produce tras un incidente a principios de este mes en el que, según se informa, uno de los antiguos colaboradores de Trump fue agredido en la ciudad, algo que parece haber avivado el renovado interés del presidente por la delincuencia en la capital.
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