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Por: Abraham Vargas
La Real Academia Española define la palabra pionero de la siguiente forma: “Persona que da los primeros pasos en alguna actividad humana”
En mi opinión ser pionero no necesariamente requiere un 100% de innovación, hay cosas que ya existen en el mundo, sin embargo, son nuevas para nuestro país o estado o ciudad o comunidad o familia, pero que nadie se ha dado la tarea de emprender. Por ejemplo, hace un par de meses fui a la fiesta de graduación de mi amiga Rosemary. Ella se ha titulado como ingeniera en ciencias computacionales de la Universidad del Estado de California en Fullerton. Ella es el primer miembro de TODA su familia que a pesar de mucha adversidad personal, cultural y económica logró terminar una carrera universitaria ¡y lo hizo con honores! Tanto así que una empresa de consultoría muy importante a nivel mundial la ha contratado con un súper salario y grandes oportunidades de crecimiento. Fue emotivo ver el orgullo que su mamá y hermanos menores sienten por ella, y como les ha inspirado a seguir sus pasos, ya que también gracias a su valentía y empuje, ella logró conseguir la residencia estadounidense para varios miembros de la familia que radicaban de manera indocumentada en los Estados Unidos, y a la vez comprar la primer casa para la familia en el 2021, cuando la opinión general era que sería imposible; el estar presente e incluso haber ayudado personalmente a Rosemary en el logro de la compra de su casa fue para mi un honor.
Esos meses que trabajé con Rosemary buscando casa, y ahora verla graduarse, me recordó la importancia de rodearnos de personas que nos inspiren a ser mejores por medio de la forma en que viven sus vidas, ya sea de forma gratuita (amigos, familia, colegas, etc.) o pagada (eventos, mentores, cursos, etc.)
Así como emprender no requiere 100% innovación, tampoco es necesario tratar de generar impacto masivo, nuestras innovaciones o mejoras pueden ser pequeñas, pero al final la suma de múltiples acciones pequeñas darán como resultado una dirección completamente diferente de la que pensamos “estar destinados a vivir”; y en realidad las innovaciones más grandes de la historia han sido por lo general el resultado de múltiples éxitos pequeños.
Como humanos está en nuestra naturaleza tomar pasos en la dirección equivocada, sin embargo, siempre y cuando no nos rindamos y demos más pasos en la dirección correcta que en la equivocada, ¡lograremos el cambio y las mejoras buscadas!
Porque, cada paso que damos nos acerca o nos aleja de nuestras metas.
Cada paso nos hace mejores o peores personas.
Cada paso nos libera o nos esclaviza.
Cada paso nos hace más fuertes o nos debilita.
Cada paso nos ayuda a ganar o perder.
Cada paso que damos definirá la dirección en la que se encaminaran futuras generaciones.
Ser un pionero no es fácil, ser un pionero requiere acción drástica, constancia, disciplina, templanza, valentía, sacrificio y amor por la causa.
Como pioneros estamos generando cambio, ese cambio puede ser tanto positivo como negativo y dependiendo de la magnitud de ese cambio así será la cantidad de personas cuyas vidas se verán impactadas (para bien o para mal).
¿Qué te gustaría cambiar? ¿Crees que al cambiarlo tu vida será mejor? ¿Qué tanto será el impacto si lo haces?
¿Cómo medimos el éxito? La respuesta a esta pregunta es algo muy personal, pregúntales a 100 personas y tendrás 100 respuestas diferentes, sin embargo, el fracaso siempre será lo mismo; la inhabilidad de lograr el éxito. Por esa razón me gusta rodearme de gente exitosa en áreas que se alinean a mis ideales, porque de ellas aprendo, ya que una cosa es segura, el éxito siempre deja huella, y las huellas son pasos que alguien dio antes y que ahora podemos seguir, es como ir en una densa jungla abriendo paso con un machete.
Para bien o para mal todos tenemos la oportunidad de ser los pioneros de nuestra propia causa, hoy tal vez tú solo estas siguiendo los pasos de alguien más, pero algún día tú marcarás el paso; tu causa y tus acciones determinarán lo grande o pequeño del impacto resultante. Hoy podemos decidir cambiar nuestro ambiente social, económico, cultural, político o religioso, etc. O podemos seguir igual.
Como pioneros vamos abriendo camino y dejando huella para aquellos que nos siguen, por lo que debemos ser cuidadosos al determinar la causa, y al hacerlo, ¡debemos caminar con fe en cada paso!
. . . Continuará
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