Por: Dra. Michele Dewar
La inflamación es la respuesta natural del cuerpo a una lesión, infección o estímulos dañinos. Es un mecanismo de protección cuyo objetivo es eliminar la causa de la lesión, limpiar las células dañadas e iniciar la reparación del tejido. Existen dos tipos principales de inflamación: aguda y crónica.
Inflamación aguda:
Esta es la respuesta a corto plazo a una lesión o infección, que dura unos días o semanas. Los signos clásicos de la inflamación aguda son:
• Enrojecimiento (debido al aumento del flujo sanguíneo).
• Calor (debido al aumento del flujo sanguíneo).
• Hinchazón (debido a la acumulación de líquido).
• Dolor (resultado de la presión sobre los nervios o la liberación de sustancias químicas que estimulan los receptores del dolor).
• Pérdida de función (en casos graves, como resultado de la hinchazón o el dolor).
Por ejemplo, si se corta el dedo, la zona se enrojece, se hincha y se calienta a medida que los glóbulos blancos se dirigen al lugar para combatir la infección y comenzar a sanar.
Inflamación crónica:
La inflamación crónica ocurre cuando la respuesta del cuerpo a un estímulo dañino persiste durante un período prolongado (meses o incluso años). A diferencia de la inflamación aguda, puede provocar daño tisular y suele estar asociada a enfermedades como:
• Artritis (inflamación de las articulaciones).
• Asma (inflamación de las vías respiratorias).
• Enfermedad cardiovascular (inflamación de las arterias).
• Enfermedades autoinmunes (p. ej., lupus, en la que el sistema inmunitario ataca los tejidos sanos).
• Diabetes (vinculada a una inflamación crónica de bajo grado).
Causas de la inflamación:
• Infecciones (bacterias, virus, hongos).
• Lesiones (cortes, quemaduras o traumatismos físicos).
• Toxinas (contaminación, sustancias químicas o tabaquismo).
• Reacciones autoinmunes (en las que el cuerpo ataca a sus propios tejidos).
• Estrés crónico u obesidad (ambos vinculados a una inflamación crónica de bajo grado).
Influyentes claves en la inflamación:
• Glóbulos blancos (especialmente neutrófilos, macrófagos y linfocitos) que combaten las infecciones.
• Citocinas y quimiocinas, proteínas de señalización que atraen a las células inmunes al lugar de la inflamación.
• Histamina y prostaglandinas, que dilatan los vasos sanguíneos y contribuyen a los síntomas de la inflamación (enrojecimiento, hinchazón, dolor).
La inflamación es esencial para la curación, pero cuando no está controlada o es crónica, puede contribuir a la progresión de la enfermedad.
La dieta juega un papel importante en el control o la reducción de la inflamación. Siempre corremos, comemos mientras conducimos y compramos lo que podemos para saciar nuestra hambre. Es por eso que hoy en día escuchamos que hay más personas que sufren de inflamación.
Una dieta antiinflamatoria se centra en reducir la inflamación crónica en el cuerpo, que puede contribuir a diversas afecciones de salud, como enfermedades cardíacas, artritis y algunas enfermedades autoinmunes. Estos son los componentes clave de la dieta:
Alimentos que se deben incluir:
- Frutas y verduras: ricas en antioxidantes y fibra.
- Bayas (arándanos, fresas).
- Verduras de hoja verde (espinacas, col rizada).
- Brócoli, coliflor y coles de Bruselas.
- Batatas y zanahorias.
Grasas saludables: ayudan a reducir la inflamación.
- Aceite de oliva.
- Aguacates.
- Frutos secos (almendras, nueces).
- Pescados grasos (salmón, caballa, sardinas) ricos en ácidos grasos omega-3.
- Granos integrales: ricos en fibra, que es antiinflamatoria.
- Arroz integral, quinoa, avena.
- Pan y pasta integrales.
Proteínas magras:
- Aves de corral.
- Legumbres (lentejas, garbanzos, frijoles).
- Proteínas de origen vegetal (tofu, tempeh).
Hierbas y especias:
La cúrcuma, el jengibre, la canela y el ajo tienen propiedades antiinflamatorias naturales.
Alimentos que se deben limitar o evitar:
- Carbohidratos y azúcares refinados.
- Pan blanco, bollería y bebidas azucaradas.
Alimentos procesados y fritos:
- Snacks envasados, comida rápida y carnes procesadas.
Grasas trans y exceso de grasas saturadas:
- Se encuentran en la margarina, los alimentos fritos y ciertos productos horneados
Exceso de alcohol: se debe minimizar, ya que puede promover la inflamación.
Carnes rojas y procesadas: limite el consumo de tocino, salchichas y fiambres.
Mantenerse hidratado, controlar el estrés y realizar actividad física con regularidad también son importantes para reducir la inflamación.