Por: Dr. Manuel Hernandez y Dr. Omar Guzman
¿Has notado que se te duermen las manos, especialmente durante la noche o después de estar usando el celular por un rato? ¿Sientes cosquilleo, debilidad o incluso se te caen objetos sin motivo aparente? Estos podrían ser indicios de una condición neuromuscular muy frecuente: el síndrome del túnel del carpo.
¿Qué es el túnel del carpo?
El túnel del carpo es una estructura estrecha localizada en la base de la mano, entre los huesos del carpo y el ligamento transverso. A través de este canal pasan los tendones flexores de los dedos y el nervio mediano, responsable de la sensibilidad y del control de ciertos músculos de la mano, especialmente en el pulgar, el índice y el dedo medio.
Cuando por alguna razón se produce presión o compresión sobre este nervio —ya sea por inflamación, movimientos repetitivos o condiciones médicas— aparece el síndrome del túnel del carpo, una neuropatía periférica que puede afectar seriamente la función de la mano si no se trata a tiempo.
Principales síntomas del síndrome del túnel del carpo
Los síntomas pueden comenzar de manera leve y esporádica, pero tienden a empeorar con el tiempo si no se interviene. Los más comunes incluyen:
- Hormigueo o entumecimiento en el pulgar, índice y dedo medio, especialmente durante la noche o al despertar.
- Dolor en la muñeca que puede irradiarse hacia el antebrazo, codo o incluso el hombro.
- Debilidad al agarrar objetos, abrir frascos o manipular herramientas.
- Pérdida de fuerza o torpeza al realizar tareas cotidianas.
- Caída de objetos de la mano sin razón aparente.
En fases avanzadas, el adormecimiento puede ser constante y acompañarse de atrofia muscular en la base del pulgar.
¿Quiénes están en mayor riesgo?
Este síndrome puede afectar a cualquier persona, pero ciertos grupos presentan mayor susceptibilidad, tales como:
- Personas que realizan movimientos repetitivos con las manos por razones laborales (oficinistas, músicos, estilistas, costureras, carpinteros, etc.).
- Pacientes con enfermedades crónicas como diabetes, hipotiroidismo, artritis reumatoide o enfermedades que afectan los nervios.
- Mujeres embarazadas, debido a los cambios hormonales y la retención de líquidos que pueden incrementar la presión sobre el nervio mediano.
- Individuos con antecedentes familiares o con predisposición genética a condiciones musculoesqueléticas.
- Personas que mantienen posturas forzadas de la muñeca durante largos periodos, como al usar dispositivos móviles o computadoras.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico del síndrome del túnel del carpo se realiza mediante una valoración clínica detallada, en la que el médico evaluará los síntomas, antecedentes personales y realizará pruebas específicas. En algunos casos, se complementa con estudios como la electromiografía o velocidad de conducción nerviosa, que permiten medir la función del nervio mediano.
Opciones de tratamiento
El tratamiento dependerá del grado de afectación. En etapas iniciales, puede lograrse una mejora significativa con medidas conservadoras como:
- Modificación de actividades que causan la irritación.
- Uso de férulas que inmovilizan la muñeca, especialmente durante la noche.
- Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento supervisados por un fisioterapeuta.
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) o terapia con infiltraciones de corticosteroides.
Cuando estas opciones no resultan eficaces o el daño al nervio es severo, se puede recurrir a una cirugía mínimamente invasiva para liberar el nervio mediano, procedimiento que suele tener altos índices de éxito y recuperación funcional.
¿Cuándo acudir al médico?
No es normal que se te duerman las manos con frecuencia. Si experimentas alguno de los síntomas descritos de manera persistente o progresiva, es fundamental consultar con un especialista. La detección temprana no solo mejora el pronóstico, sino que también puede evitar la necesidad de intervención quirúrgica.
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