Los implantes dentales son estructuras de titanio que se colocan quirúrgicamente en el hueso maxilar o mandibular con el fin de sustituir la raíz de un diente perdido. Sobre ellos se coloca una corona, puente o prótesis, permitiendo recuperar la función masticatoria y la estética de la sonrisa de forma permanente y segura.
Mantener una sonrisa sana va mucho más allá del simple acto de cepillarse los dientes tres veces al día. Aunque el cepillado es fundamental, una higiene bucal completa implica una serie de prácticas que, en conjunto, garantizan una salud dental óptima.