¿Alguna vez te has preguntado por qué, aunque el miedo debería hacernos huir, hay algo en nosotros que disfruta de las películas de terror, las casas embrujadas y todo lo que nos hace saltar del susto? Es como si tuviéramos una relación de amor y odio con el miedo, y aunque sepamos que podríamos dormir con la luz encendida después, ¡ahí estamos buscando la próxima gran historia de terror!