Cuando Ellen Ochoa observaba el cielo desde su casa en California, jamás imaginó que un día lo vería desde el otro lado, flotando entre las estrellas. Hija de padres estadounidenses y nieta de abuelos mexicanos originarios de Sonora, Ellen creció en una familia trabajadora que valoraba la educación y la perseverancia. Su historia es una prueba viviente de que el talento y la determinación no conocen fronteras ni estereotipos.